miércoles, 20 de octubre de 2010

RESPUESTA DEL DEMENTE A LA MÚSICA


RESPUESTA DEL DEMENTE A LA MÚSICA


La demencia es el resultado de una falta de coordinación entre el ego y
sus varios cuerpos invisibles o más finos. La terapia musical es altamente
efectiva en su acción sobre las emociones. Por lo tanto, los conflictos
emocionales – usualmente compuestos de miedo y deseos frustrados – que
con frecuencia son la causa de la locura sucumbirán a los poderes
curativos de la armonía en donde las terapias físicas y médicas fallan. Esto
lo debe al hecho que las armonías musicales restauran el vínculo separado
entre el cuerpo de deseos y el ego, eliminando el conflicto al establecer
una condición de integridad espiritual fuerza y estabilidad.

Existen innumerables ejemplos del demente siendo curado por la música.

Muchas instancias de tal restauración están atrayendo la atención del
público, uno de los cuales es el caso de una joven que realizó una
transmisión radial en San Francisco. “La señorita Y apareció ante el
micrófono en la estación KYA”, decía un informe de prensa, “como
culminación para los tratamientos de terapia musical que se han
empleado en un esfuerzo por regresarla a la normalidad. Otra muchacha,
emocionalmente perturbada, identificada sólo como Madame X, tenía
que haber aparecido con la señorita Y, pero fue incapaz de estar
presente. Así la señorita Y, quien está en sus tempranos veinte años,
interpretó un difícil dueto de piano de la composición original de
Beethoven para cuatro manos con la señorita Margaret Tilly, concertista en
piano y experta en terapia musical”. El reporte continuaba diciendo que la
señorita Y no estaba más nerviosa que lo normal conforme se aproximaba
la hora de la audición, y no sufrió de “pánico al micrófono”. Los críticos
elevaron su destreza como por sobre el promedio.

La señorita Tilly explicaba que el caso de la señorita Y no era el mismo que
el señor X quien actuaba en Detroit bajo similares circunstancias. Ella decía
que el señor X había sido un músico consumado mientras que la señorita Y
no había estudiado música intensivamente en el pasado. Después de sólo
diez semanas de terapia musical el señor X había recobrado su cordura y
pudo retomar el estudio de la música una vez más siguiendo una laguna
de nueve años. La señorita Y, cuya condición era de alrededor de un año
de duración, desarrolló “un intenso interés en la ejecución musical mientras
soportaba los tratamientos de terapia musical”.

La experimentación con pacientes en el Hospital de Chicago para
dementes revelaba que al despertar recuerdos felices tocando viejas
melodías familiares en forma frecuente le devolvía al paciente el
pensamiento racional. Una joven madre, cuya mente se hallaba tan
trastornada al momento del parto que odió a su hijo, se recuperó oyendo
una canción de cuna de Brahm que su madre usaba para cantarle a ella.

Una muchacha italiana, quien había rehusado hablar a cualquiera por
varios meses, rompió su silencio al escuchar O Sole Mío, una famosa
balada de amor italiana que ella había cantado cuando niña.

De acuerdo con la teoría del Doctor Altschuler de Detroit, la influencia de
la música se centra en el cerebro inferior el cual no está afectado por el
desorden mental. Los científicos espirituales conocen esto como el centro
cerebral femenino, morada de la mente subconsciente. No es sólo el
almacén de recuerdos de la corriente de vida en la tierra, sino que es
también un depósito de memorias arrastradas de encarnaciones previas –
aunque estos últimos recuerdos usualmente no están disponibles para la
mente consciente de alguien hasta que los plexos solar y cardíaco son
despertados a través del trabajo espiritual, un proceso en que la música es
de inestimable valor.

La demencia, continúa el Doctor Altschuler, es en realidad la rebelión de
una persona contra ciertas experiencias sobre las cuales no tiene ningún
control. Llegando a la frustración, el individuo levanta un mundo de sueños
y entra en él. La labor del curador, por lo tanto, es sacar al paciente de su
mundo imaginario y enfocar sus intereses sobre las actividades normales
del reino objetivo.

Según esta autoridad, la mente consciente se centra en el cortes (cerebro
superior) que los esoteristas llaman cerebro positivo o masculino. Esta es el
área donde la enfermedad mental llega a establecerse. La morada de los
sentimientos y emociones está en el cerebro inferior, el centro cerebral
negativo o femenino. Este, al parecer, no está envuelto en las
enfermedades de la mente. La música, declara el doctor, afecta e influye
al paciente a través de este centro cerebral inferior. La terapia musical no
encuentra ninguna barrera de desorden mental como lo hace la palabra
escrita o hablada que trabaja a través del área consciente o superior. Este
descubrimiento, concluye, hace de la música un único y potentísimo
medio curativo.

Es lejos más efectiva para corregir la ruptura entre los distintos vehículos del
hombre de lo que generalmente se reconoce. Bajo el poder enfocado del
divino espíritu del terapista en su interior, han ocurrido maravillosas
curaciones, pues la armonía es la constructora del cuerpo – templo
humano - mientras la desarmonía es su destructora.

Otro ejemplo de vital interés en esta conexión fue relatado en un periódico
de Detroit hace algunos años. Un hombre demente, de cuarenta y cinco
años de edad, estaba internado en la sala de psiquiatría del Wayne
County General Hospital. Su mal fue descrito por el Doctor Altschuler como
“una forma de negativismo resultante de una personalidad dividida”. El
había estaba bajo tratamiento en esa institución por más de ocho años sin
ningún signo de adelanto. Entonces se decidió intentar la terapia musical,
el hombre una vez fue un talentoso pianista. Al principio esto pareció hacer
poca impresión sobre él, pero pronto empezó a recuperar su anterior
destreza técnica. Finalmente, el doctor arregló que él actuara ante una
conferencia de la Asociación Nacional de Maestros de Música asistida por
trescientos músicos. Ellos quedaron encantados con su interpretación
magistral de las composiciones de Chopin, Mozart y Beethoven y
aplaudieron ruidosamente, proclamando al hombre como genio. Su rostro
una máscara sin expresión, respondió con una leve reverencia y abandonó
la plataforma. Se había ganado mucho pero aun estaba faltando algo.

Según el artículo, los doctores esperaban que en el tiempo la música
traería la completa recuperación del músico y así demostrarían su valor en
el tratamiento de la enfermedad mental.

La actitud del Doctor Altschuler hacia sus casos mentales se acercaba
mucho al entendimiento de los científicos ocultos. Llegó a su conclusión
como resultado de años de estudio e investigación de la demencia.

Precisa que debe comprenderse que los dementes no son imbéciles o
básicamente diferentes de las personas normales. Su enfermedad es un
mal ajuste al medio ambiente, y la cura se halla en la terapia vigilada.

* * *

LA MÚSICA
nota clave de la evolución humana
por

Corinne Heline

Traducido por el
Centro fraternal Rosacruz de Santiago,
Chile

No hay comentarios:

Publicar un comentario