miércoles, 6 de octubre de 2010

Mateo - El Discipulado El Grado De Compañero - Parte II




El Discipulado
El Grado De
Compañero

Parte II

Los Cinco Seguidores

Mateo

EL MAESTRO vio a un hombre
llamado Mateo, sentado como de costumbre
como recaudador; y le dijo, “Sígueme”.

Mateo era un recolector de impuestos para el
gobierno Romano; y cobrador de rentas
públicas, de su propio pueblo como tributo
extranjero. Lo cual, le ganó el despreciado nombre del “publicano”. Él dejó una posición de
mucha prominencia y gran riqueza, para seguir a Cristo Jesús. Luego, de pensar que lograría
un elevado poder espiritual, siempre mantuvo una profunda humildad de espíritu. Esto se ve
únicamente en su propio Evangelio; al cual él lo llamó, el Evangelio de Mateo, el publicano.
El nombre Mateo quiere decir, “regalo de Dios”.

En Palestina, un exactor o publicano, bajo el empleo del gobierno Romano, era
considerado como un leproso social. Publicano y pecador, eran iguales condiciones, en las
mentes de las personas. “Corrupto por el dinero”, se les consideraban a hombres tales como
Mateo, quien fue rechazado en el Templo. Su juramento era nulo y sin valor en las cortes.

De
tal degradación, Mateo fue llamado para convertirse en uno, de los Doce.

Otra legenda del Oriente, del presente efecto:

En un grupo de muchachos apiñados alrededor del cuerpo de un perro muerto, en un
canal de Jerusalén, uno de ellos comentó: “Tiene un ojo afuera”. Otro dijo: “Perdió la vida en
una lucha de carros”. “¡Que fea brutalidad!” exclamó un tercero. “Su pelo está enmarañado
con suciedad y sangre”.

“Pero mira sus dientes”, sugirió un extraño que pasaba. “Son tan blancos y finos como
perlas”.

“¿Quién es ése?” preguntó uno de los muchachos; y otro que lo conoce respondió, “él es
Jesús, el Galileo”.

Uno de los principales objetivos del divino Camino de la Enseñanza, era instruir a los
hombres a manifestar su divinidad latente. Sí, la divinidad dentro de todas las cosas. Que ese
hombre Mateo, uno de los publícanos despreciados; y luego uno de los Doce inmortales
aprendiera tal lección, es evidencia que la prominencia le concedió la Regla Dorada en su
Evangelio. Se ha dicho que Mateo escribió esta Regla, en cartas de fuego sobre el pergamino
eterno.

Su transformación de la vieja vida; a una nueva, fue completa y total. Todas las
parábolas del Evangelio de Mateo revelan una obra de justicia, con equitativa distribución y
generosa reciprocidad. Bajo el divino encanto del Maestro, él dejó de ser “Mateo el
publicano”, para convertirse en: “Mateo el santo”. Su Evangelio, enfatiza el hecho de que el
hombre no puede servir a dos maestros; y él, lo probo en su propia vida.

Su ministerio se centró mayormente en expulsar las entidades demoníacas (Las
obsesiones). En Hierapolis, sanó a la esposa de rey Fulvanus, también al hijo del rey y a la
esposa del hijo, quienes estaban afligidos igualmente. En gratitud, todos ellos abrazaron la
Cristiandad; luego que Mateo se marchara, para continuar sirviendo al Cristo.

Lo siguiente, es un viejo registro del martirio de Mateo: “Él, habiendo sanado a la
esposa del rey de obsesión, el demonio apareció ante el rey, enmascarado como un soldado
para alistar su ayuda; en procura, de la muerte de Mateo. Siempre que el soldado (El
demonio) aparecía, Mateo era invisible. El rey entró en la iglesia diciendo que deseaba
convertirse en un discípulo de Mateo, pero cuando él se acercó al santo, fue golpeado con
violencia por la ceguera. Mateo lo sanó tocando sus ojos. Cuando Mateo intentó reprochar al
rey por sus malos modales, éste lo arrestó y lo clavó en la cruz. Su cuerpo fue cubierto con
aceite y un montón de matorrales encendidos. Pero el fuego se transformó en rocío; y Mateo,
quedo ileso como adormecido. Muchos se le acercaron; y al tocar su cuerpo, fueron sanados
de enfermedades y obsesiones. Luego el rey puso el cuerpo de Mateo en un ataúd de hierro,
para dejarlo sumergir en el mar. Los discípulos de Mateo llevaron pan y vino hacia la playa; y
cuando el Sol subió, vieron a Mateo caminando en el mar al lado de dos hombres con
brillantes prendas”.

Esta mística leyenda refiere, a los fatigosas preiniciaciones del Fuego y el Agua, en
donde el discípulo aprende que posee la habilidad de pasar a través de estos elementos, y
permanecer ileso. La fábula aporta la adicional información de que el rey, junto con su esposa
e hijo, se hicieron cristianos. Mateo los bendijo, y el nombre del rey fue cambiado de
Fulvanus, a Mateo, el de la esposa del rey; de Ziphazia, a Sophia (Sabiduría), y el de la
esposa de su hijo; de Erva, a Synesious (Entendimiento).

Uno, al convertirse en un Iniciado, como aspirante, recibe un nuevo nombre, un
simbolismo de ciertas características espirituales ya desarrollado o adquirido. El Iniciado, al
conocer el nuevo nombre de otros, inmediatamente conoce el estado de su desarrollo.

Mateo vivió una existencia de austeridad extrema, al subsistir con nueces, raíces y
bayas. Permaneció en Jerusalén durante varios años después de la Crucifixión, y luego fue a
Egipto y Etiopía, para enseñar y sanar. Su Evangelio, contiene la cuenta de dos milagros, diez
parábolas, nueve discursos y catorce incidentes; que se relacionan a cierta medida, con el
logro de la preiniciación (No existente en los otros Evangelios).

La primera Iglesia Sacerdotal, escribe sobre Mateo:

“Estuvo durante cuarenta días orando y ayunando en las montañas, cuando Cristo Jesús
apareció ante él diciéndole: “Toma ese filo de camino, baja y planta esto en la puerta de la
iglesia fundada por ti y Andrés. En la medida que lo plantes, se convertirá en un árbol con
ramas de treinta codos largo; y cada rama, producirá diferentes frutas. Del copo fluirá miel; y
de la raíz, emergerá una gran fuente en donde todas las criaturas de la tierra se bañarán. Y al
quedar limpios, se avergonzarán de su desnudez, y se pondrán estrechos ropajes de oveja”.

Mateo hizo lo que le fue requerido, y todos quienes se bañaron allí, se vieron cambiados y
semejantes a Mateo. El árbol era hermoso y floreciente, como los del Paraíso; y un río nacido
de él, regó toda la tierra”.

Tales leyendas como esas, son interesantes para el cristiano esotérico, porque están
llenas de verdades ocultas. Ellas, llevan conocidos señales a todos quienes han transitado el
mismo místico camino; y para quién habiendo vislumbrado la visión, está intentando en pisar
el Sendero del Logro.

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Corinne Heline

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