jueves, 21 de octubre de 2010

LOS COLORES PRIMARIOS CON RESPECTO AL DESARROLLO PRENATAL


LOS COLORES PRIMARIOS
CON RESPECTO AL
DESARROLLO PRENATAL

Una evolución continua durante el período prenatal sincroniza la forma, el
color y el tono – una escala cromática de color como también de tono.

Los primeros tres meses el ego responde en forma dominante a los tonos
azules; los próximos tres meses, a los tonos amarillos; el sétimo, octavo y
noveno mes, a los rojos. Después del nacimiento, un matiz resultante de la
combinación de estos tres colores primarios revela en un aura fulgurante
color la condición evolucionaria del ego.

Con respecto a la Trinidad, el azul es el color del Padre; el amarillo, el de
Cristo; el rojo, el del Espíritu Santo. Descubrimos, por lo tanto, que en el
desarrollo prenatal se requiere del poder del Padre para iniciar la
formación de un nuevo cuerpo; el principio cohesivo del amor, para
llevarlo hacia adelante a través de su segunda etapa; el principio activo
del Espíritu Santo, para completar la tercera y última fase inmediatamente
precediendo la entrada a una existencia física independiente.

Es sólo cuando consideramos más que una serie de atributos y cualidades
asignadas a la Trinidad, y observamos como armonizan y se sustentan uno
a otro con respecto a los procesos lógicos en la naturaleza como podemos
observarlos en ciertos puntos, que llegamos a una convicción de que las
asignaciones de colores o tonos o principios a Seres o aspectos de Seres, o
a fases de desarrollo, no son ni arbitrarias ni puras abstracciones inventadas
por el intelecto humano. Son realidades existiendo en la misma esencia de
las cosas.

* * *

LA MÚSICA
nota clave de la evolución humana
por

Corinne Heline

Traducido por el
Centro fraternal Rosacruz de Santiago,
Chile

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